18 de septiembre de 2010

Breve autobiografía

Tengo 2 años. Sé que existo porque mis manos y mis pies se mueven a una de mis órdenes.
Tengo 4 años. Entro en el mar sin manguitos y me hundo un metro bajo las olas. Abro los ojos y un pez me mira fijamente. No tengo miedo.
Tengo 7 años. Mi perro salta desde un primer piso sólo porque yo le llamo desde la calle. Comprendo el concepto de fe y fidelidad.
Tengo 9 años. Viajo en un avión entre las nubes. Llego a un lugar donde se derrite un enorme glaciar. Sigo a mis padres montaña arriba.
Tengo 13 años. Una chica con falda vaquera habla sin parar y me pasa un cigarrillo. Toso y ella se ríe. Al hacerlo, deja entrever su ropa interior. Le doy otra calada.
Tengo 16 años. Bailo freneticamente. El mundo parece estirarse y descomponerse a mi alrededor. Miro sin llegar a ver. Me salen caracajadas sin querer. Me desmayo.
Tengo 18 años. Me instalo en una ciudad en la que no sé si quiero estar. Todo parece hostil. Me acuesto en una cama diminuta, dentro de un cuarto diminuto. Me pregunto si he escogido bien el camino.
Tengo 21 años. Unos ojos marrones sonríen siempre que me ven. Estoy enamorado.
Tengo 25 años. Unos ojos marrones me gritan y me reprochan. Me asomo al balcón y me pregunto si seguimos estando enamorados.
Tengo 27 años. Unos ojos verdes me miran. Unos ojos azules me miran. Unos ojos negros me miran. Unos ojos marrones me miran. Ninguno de ellos son los suyos.
Me acerco a los 28. Miro mis manos y mis pies. Responden a mis órdenes, pero ya no sé si existo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow, genial.
Este blog lleva ahora una buena dinámica de actualización, sí señor!
Saludos desde Pamplona!!

Miguel Blanco dijo...

Tío, que profundo. Me ha impresionado.
Un abrazo.