8 de septiembre de 2010

Pildora preotoñal

De pronto Madrid advierte de la llegada del otoño. Nunca lo había hecho. Será que alguien le ha enseñado buenos modales.
El viento se ha tornado frío y el sol ha adquirido ese carácter taimado que hace que se le perdonen los días implacables de verano.
Y yo corriendo por la calle tras las palabras que se me olvidan, actúo lo justo y medito demasiado, que el otoño siempre me pone melancólico.
En esas estamos en la capital, preguntándome porqué todas las letras de la sopa flotan formando las mismas tres sílabas, si sucederá sólo en esta ciudad o quizá deba resignarme para siempre con un simple caldo.
De ahí que agradezca que alguien me avise de que pronto será tiempo de chaqueta, últimamente ando algo ensimismado y sujetos así son los primeros en agarrarse un costipado.

2 comentarios:

amparo jimenez dijo...

Es tan escaso lo que nos dejas leer que sabe a poco, pero me gusta mucho.
Besos

M de Elle dijo...

Sigo luchando contra la escasez. No prometo nada, puede que gane ella. Muchas gracias, Amparo. Besos