26 de junio de 2013

Aaron Thomas: “No puedo seguir pensando en lograr el éxito”

Aaron Thomas, de vuelta a Australia. Foto: www.aaron-thomas.net 

"Este disco era como una última oportunidad, porque es posible que no vuelva a grabar otro”. El músico australiano se despide de España tras una década viviendo en Madrid con The Blues and Greens’ un álbum en el que se ha liberado de la presión de alcanzar el éxito y que produjo y grabó sin pensar en su repercusión.

Follow the Elephants (Everlasting Records, 2008) Made of Wood (Recordings From the Other Side, 2009) el EP Splinter (Everlasting Records, 2011) y la banda sonora de Viaje a Surtsey, figurarán en el currículum español de Aaron Thomas ahora que ha decidido cerrar un capítulo y pasar al siguiente regresando a Australia, su tierra natal.

The Blues and Greens (Everlasting Records, 2013) es su tercer álbum de estudio y también su despedida de Madrid, la ciudad en la que ha pasado sus últimos diez años y que le ha visto desarrollarse como artista en solitario. También es el disco con el que dice adiós a su carrera musical, al menos en el formato en la que la ha llevado hasta ahora.

Quizá por ello ha puesto especial cuidado en él: es el primer álbum en el que se ha encargado por completo de la producción y los arreglos y solo ha contado con Brian Hernández (El Gincho, Punsetes, Extraperlo) como ingeniero.

“Es un disco más personal porque no tenía que escuchar a nadie. Era el momento de tener confianza en mí mismo y sacar todo lo que quería sacar desde hace mucho tiempo, por eso es un disco mucho más variado y tiene más influencia de música de mi infancia, como el rockabilly o el country”.

Mientras que Follow the Elephants era un disco crudo y orgánico, desordenado en algunos momentos, pero con una gran fuerza melódica, Made of Wood fue un paso más allá. Además de la complejidad que destilaba canción, Aaron Thomas se lo llevó a Islandia para trabajar con el productor Valgeir Sigurdsson (Bjork, Feist, Bonny Prince Billy).

Sin embargo, dice, a ambos les faltaba el optimismo que se percibe en este álbum. “No hay negatividad, no existe presión de tener que hacer algo bueno”, las canciones salieron “de una manera natural y sin prisa”, de ahí que pudiera grabarlo a lo largo de más de un año y que se note en cada uno de los cortes “la falta de presión y negatividad”.

“Las canciones de The Blues and Greens hablan de un cambio en mi vida hace unos dos años, de un cambio de mentalidad y de mi punto de vista sobre el mundo, en mis relaciones, en mi forma de ser, habla de cosas más positivas que en discos anteriores. Hay menos quejas en este disco”.

“Grabé sin pensar en repercusión o en la escena indie, solo quería sacar las canciones de un sitio puro, creativo y honesto”, confiesa Aaron durante una entrevista telefónica poco antes de ofrecer sus dos últimos conciertos en España -uno de ellos en Madrid, dentro del ciclo SON Estrella de Galicia- y dar por cerrada su carrera de músico en solitario.

“No puedo seguir pensando en lograr el éxito o triunfar. Si no ha pasado ya con la edad que tengo es mucho más sano seguir con la música, pero sin la presión de triunfar”, reconoce, al tiempo que señala que el momento le pide ahora dirigir su carrera hacia las colaboraciones, la producción o la música instrumental.

“Después de tantos años dedicándome a la música he aprendido cosas importantes como compositor y creo que tengo capacidades como artista, pero no puedo seguir en el formato que tengo ahora, simplemente”, continúa Aaron, que se confiesa algo cansado de “el mundo de los directos”.

“Quiero quitarme la presión de querer estar de moda de encima y disfrutar de la música sin más. Creo que por eso me voy de España, porque es muy difícil ver como tu público se va reduciendo, aunque es verdad que son momentos duros para intentar animar a la gente”.

Lo cierto es que durante la conversación telefónica Aaron Thomas habla de su retirada y vuelta a Australia de forma muy tranquila, aunque se percibe que ha habido algunos momentos muy duros hasta llegar a esa decisión de marcharse mirando atrás lo justo y necesario.

Made of Wood no fue tan bien como yo esperaba. Han pasado tres o cuatro años desde aquello y he tenido tiempo para pensar en lo que es importante y no y comprender la importancia de la música en mi vida y cómo apreciarla y verla. Ahora quiero ser más sincero y disfrutarla más”.

Aaron se ha dado cuenta de lo negativa que resulta la presión para el músico. “Es muy negativo estar pensando continuamente qué pensara la gente de tu trabajo, en ese otro artista, en porqué no tocas en tal festival… no creo que salgan cosas buenas de ese lugar”.

“Por eso vi necesario cambiar: para poder ser feliz y conectar con algo más puro, porque para crecer hace falta tener una actitud positiva”, explica el músico, que reconoce que durante mucho tiempo se sintió “decepcionado” con la reacción del público español a su música.

“Culturalmente soy muy diferente a los españoles y hay obstáculos que no he podido superar, no he tenido la capacidad de conectar con la gente. No me siento muy comprendido como artista en España. Aunque también puede ser que no conozca a la gente que debería conocer en España, porque aquí esto tiene mucho que ver con los contactos que tienes”.

“En España hay una cultura de pasarlo bien y eso hace que muchas personas vayan a los conciertos a ver a sus amigos o a beber y no para escuchar música”, reflexiona, al tiempo que subraya la importancia que han tenido en su vida estos diez años que ha pasado en España y que le han cambiado para siempre.

¿Qué se llevará de España? “Echaré de menos la sociabilidad de los españoles, la gente, las terrazas, los pimientos de padrón y la tortilla, la arquitectura… aunque esta una pregunta que podré contestar mejor dentro de un tiempo, porque necesito un poco de perspectiva”.

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