7 de mayo de 2008

Patadas al pilar

La Justicia es uno de esos pilares de la democracia a los que la clase política de esta España nuestra no deja de darle patadas, aunque es de entender, por otra parte, ya que mientras tengan el apoyo de los suyos -los políticos- siempre acaban llegando a algún arreglillo que les permite pasar a hurtadillas delante de ella. Patología que, curiosamente, también sufre gran parte de la clase empresarial. En otro nivel, probablemente bastante por debajo del anterior, está el resto de los mortales, los que acuden a ella para impugnar una multa, demandar a los cabrones de tal compañía, luchar un divorcio, buscar compensación en caso de presunto agravio. Para éstos el asunto judicial funciona de otra manera, con algo de tardanza y como con un poco más de descuido, como si fueran menos importantes.
Luego, cuando uno de nuestros primos nos recuerda -supuestamente- la clase de perversión de mundo que nos rodea y da buena fe del tamaño de los agujeros que hemos decidido pasar por alto de nuestro sistema judicial, todos nos rasgamos las vestiduras y los políticos, al ver al votante indignado, recuerdan que a ese pilar hay que ir cubriéndole las grietas de tanto en tanto.
Hasta que no llega ese momento en el que se nos cuela una oveja negra en nuestro plácido sistema, nadie se pregunta por qué la Administración de la Justicia no dispone de un sistema informático a la medida de un Estado moderno o por qué el órgano que debe gobernar y controlar a los jueces lleva más de año y medio en funciones -lo cual viene a ser como que están ahí cumpliendo los servicios mínimos porque les pagan y además porque les hacen un poco de caso las cámaras, no porque les toque- o por qué un magistrado ha dejado que un pederasta y -presunto- asesino siga en la calle. Para entonces, sólo puede sentarse uno a lamentar que los que se encargan de gobernarnos permitan que se pudra de vieja la Justicia o que algunos de esos funcionarios a los que les van a subir el sueldo no hayan hecho bien su trabajo.
Nadie saldrá a manifestarse por una Administración digna de los impuestos que paga y los de arriba siguen mano sobre mano, así que tenemos de esto para rato. Un aplauso.
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres más negativo que un electron deprimido.
Propón algo constructivo y no sólo critiques y des caña a la democracia, jueces, abogados, políticos y hasta, eres capaz, de cuestionar al Dalai Lama.
Reclamar una administración digna es muy fácil y yo firmo donde sea, pero por donde empezamos? Deja la demagogia a un lado, la metafísica al de la cuadratura del circulo y haz un artículo constructivo algún día, aunque sea antidemocracia, da igual, pero he leido todos los artículos del blog y aún no sé de que va esto.

Anónimo dijo...

(Vuelvo a partirme la caja)de lo que habla el autor de este blog es de la libertad ¿te parece poco?

Ana Delgado dijo...

yo por eso soy anarquista :S

Ana Delgado dijo...

le diría al anónimo que dé la cara y así podamos leer sus críticas constructivas
(se me olvidó ponerlo arriba sorry, pero así parece que tienes más comentarios ;P)

Anónimo dijo...

Te haré una crítica constructiva ana; con la anarquía como bandera no pagarás la hipoteca de cada mes. Sólo digo lo que pienso y hablo en voz alta diciendo que aqui sólo se habla de antisistema y antiespañolismo al cuadrado. A mi me la suda tu anarquismo, tu republicanismo y tus insinuaciones para que dé la cara que lo haré si me da la gana.