23 de septiembre de 2008

No tocaba

Perdona si me enfado contigo en estas extrañas circunstancias, pero es que ésto, ahora, no tocaba.
No tocaba que tenga que sentarme, a cientos de miles de kilómetros de nuestra isla, a teclear estas lineas para tí a modo de tardía despedida, porque a saber dónde estarás tú esta noche, cuando los hermanos lloren a tu cuerpo en una iglesia, seguro, abarrotada.
No tocaba que los diarios, que dedican sólo una columna de sus páginas a informar de los accidentes de tráfico durante el fin de semana, incluyeran este lunes tu nombre a toda pagina. Y qué extraño leerlo en el frío blanco y negro despues de años llamándote como a nosotros nos gustaba.
No tocaba ver a los hermanos destrozados por el dolor y la sorpresa, ni oírlos derrumbados o reunidos todos de luto en la calle donde desde críos nos juntamos, ni que nos robes a todos esa certeza que hemos tenido durante años de que cuando decías 'luego os llamo' desaparecerías hasta el día siguiente y lo harías sin ánimo de hacernos daño.
Por eso escribo estas letras con enfado, porque lo que no tocaba, compañero, es algo que se podría haber evitado.
....y pienso ahora -qué ironia- que, de niños, tú y yo jugábamos juntos a tenis y que es posible que nunca lo hubiéramos comentado...

Un réquiem por tí, Alejandro.
...

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya, lo siento. ánimo