21 de octubre de 2013

The Excitements: “No tenemos afán de cambiar nada”

The Excitements, los siete del soul. Foto: www.theexcitementsband.com 

Con un soul poderoso y un rythm & blues de raíz estrena la banda barcelonesa su segundo álbum, que supone en realidad su debut al margen de las versiones. ‘Sometimes Too Much Ain’t Enough’ ahonda en los vientos y las cuerdas clásicas que han llevado al septeto por media Europa.

“No tenemos afán de cambiar nada, tocamos la música que nos gusta escuchar: soul y rythm & blues de finales de los 50 y principios de los 60”. Daniel Segura, bajista de The Excitements contesta a las preguntas por vía telefónica en una furgoneta de camino a Euskadi.

Hace unos tres años que, junto al guitarrista Adrià Gual, decidió poner en marcha la banda y hace dos que publicaron The Excitements (Penniman, 2011). “Queríamos salir a la carretera con un repertorio y en el primer disco grabamos versiones de temas bastante raros”, explica el bajista.

El espíritu de aquel primer álbum se mantiene en Sometimes Too Much Ain’t Enough (Penniman, 2013) soul rabioso y contundente que suena a club atestado de humo, a sudor en la pista de baile; R&B duro, atestado de vientos; medios tiempos de influjos latinos; baladas propias de Nueva Orleans.

“Es la música que escuchamos y la que nos gusta tocar, aunque toda la banda es de Barcelona o vive allí desde hace años, no le damos ninguna importancia al componente geográfico, podría haber salido igual en Helsinki o Detroit”, dice.

Efectivamente, la voz de Koko-Jean Davis podría venir del otro lado del charco, ser la de Etta James en algunos momentos o la de Tina Turner en otros. “Es que en realidad la música puede hacerse en cualquier parte del mundo, aunque todas en su origen tengan un contexto”.

“Nosotros no pretendemos fingir que somos de donde no somos, ni vivir en otra época. Lo bueno de la música es que es un lenguaje universal y es trasladable a cualquier momento de la Historia. Es como el blues: gente trabajadora, normalmente afroamericana, que a mediados del siglo XX coge una guitarra e inventa un estilo para salir de su día a día”.

“Eso lo puedes trasladar a hoy mismo. Mira como está el mundo, pon las noticias. No por ser el primo de Muddy Waters sufres más o menos que el que no encuentra trabajo en 2013 en Alcalá de Henares”, sentencia el bajista.

A su juicio, el estilo de música que The Excitements trabaja tiene una cualidad que le aporta vigencia a día de hoy. “Es una música orgánica, que no está procesada y que es bastante simple en su concepción: un tío tocando la guitarra, otros el bajo, la batería y el saxo, por ejemplo”.

A ello se añaden, claro, las letras, con amores y desamores, adversidades y alegrías, temas también clásicos en los que uno puede sentirse retratado. Son, en definitiva, un conjunto de canciones escogidas para el momento, dice el músico.

“No hay un concepto común en un disco, sino que son un conjunto de canciones que nos parecen buenas por si solas. En realidad era una práctica habitual cuando este tipo de estilos comenzaron, porque era un mercado basado en los singles y el formato álbum no era algo que se hiciera normalmente”.

La fórmula de The Excitements les funciona y siguen sumando fechas en la carretera. Han pasado con muy buena respuesta por Holanda, Bélgica, Italia o Inglaterra, aunque es en Francia donde comenzaron a cosechar aplausos.

“En España, quizá por la situación que estamos pasando, no había mucho movimiento musical (se refiere a 2011 cuando empezaron a rodar). Con este segundo LP estamos gratamente sorprendidos, hemos pasado prácticamente de estar bajo el radar de todo el mundo a ser visibles”.

España era “una espinita que teníamos clavada”, confiesa el bajista, que veía que “al cruzar los Pirineos, había público” para su música. Lo atribuye a que la gente ha perdido algo de miedo a la crisis –“puede que se hayan dado cuenta de que no iban a tener dinero durante unos años”- y ha retomado el circuito musical.

“En los últimos años hay mucha gente que se mueve en todos los estilos. Hay una cantera joven que se ha puesto a hacer grupos y van saliendo cosas interesantes, conciertos todas las semanas. Hace unos años éramos 20 personas en los conciertos”.

Por ello ahora han decidido centrarse en la presentación de su álbum y en salir de concierto todo lo que sea posible. “No hay un plan trazado. Seguir tocando y poder continuar haciendo lo que nos gusta. Poder hacer algo que disfrutas es algo de lo que estar satisfecho y agradecido”.

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